No quiero hacer balance del año, no tengo fuerzas para revivirlo de nuevo.
Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo.
Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer.
El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día.
Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.
Deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla.
Existen derrotas, pero nadie está a salvo de ellas. Por eso es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños que ser derrotados sin siquiera saber por qué se está luchando.
Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.
Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él.
La gran victoria que hoy parece fácil fue el resultado de pequeñas victorias que pasaron desapercibidas.
Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos.
El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo.
Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente.
Las cosas simples son las más extraordinarias y sólo los sabios consiguen verlas.
Aquel que ya perdió algo que daba por hecho al final aprende que nada le pertenece.
Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquéllo que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer.
Tengo que correr riesgos. No tengo que tener miedo de la derrota.
Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras.
Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer.
Los errores son una manera de reaccionar.
Cuando tenemos los grandes tesoros delante de nosotros, nunca los reconocemos.
Cuánto más se aproxima uno al sueño, más se va convirtiendo la leyenda personal en la verdadera razón de vivir.
Cuando defiendes públicamente tus ideas, debes esforzarte para vivir de acuerdo con ellas. Y porque piensa que él es lo que habla, el guerrero acaba transformándose en lo que dice.
De nada sirve comprender el universo entero cuando se está solo.
La fe es una conquista difícil que exige combates diarios para mantenerla.
El ser humano tiene dos grandes problemas: el primero es saber cuando comenzar, el segundo es saber cuando detenerse.
Libéranos de todos esos conceptos malditos, de esa manía de tener que explicarlo todo.
Sin fe se puede perder un juego cuando ya casi está ganado.
La vida no está hecha de deseos y sí de los actos de cada uno.
Quiero creer que voy a mirar este nuevo año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos.