Flores negras, flores muertas, flores que nunca florecen porque algo salio mal. Una habitación desnuda, un silencio que se muda, como siempre, hacia la parte de atrás. Necesito ver su cara, tanto como ver la lluvia, para apagar el incendio que quedo. Ese lunes fue feriado ¿Qué me dejo tan tirado? las pastillas o aquel estupido amor. Animales callejeros que con magia me vendieron en pequeñas cuotas un nido marrón.
Nos quedamos atascados en un mundo equivocado, donde no existen las gracias ni el perdón. Tu perfume sabe a rosa y tus labios a esa cosa que me arranca y me destroza el corazón. No me importa que te rías o que la vida te sonría o que te muestres por la calle con tu amor.